viernes, 16 de mayo de 2014

Página en blanco




Esta página espera así,
igual que el agua quieta en la laguna
ante el muchacho armado de una piedra,
ese breve contacto, esas figuras,
que romperán su paz por un instante.
Después, cuando el temblor sea  recuerdo,
perdurará su peso en lo más hondo.

2 comentarios:

J.T. dijo...

Y las ondas llegaron hasta aquí, por ejemplo.
Siempre me pilla con una piedra en la mano por si hay que jugar con el agua.
O con las palabras.

!

Mari Cruz Agüera dijo...

Ay, niñoluz, lo que saben de nosotros las piedras.