
Una escritora es esencialmente una espía
Anne Sexton
A Sonia Fides y sus certeros ojos
Sabe bien el zahorí desmenuzar desiertos
y hallar la fuente en el calor más árido.
Siempre discurre el río cerca de quien lo siente.
Ella canta desnuda en los balcones
y enciende los metales de la noche;
- lluvia, fluyes de mí-
dicen los pétalos
de su piel, cuando empapan la lucidez del sueño.
Ella escribe el ahora de lo cierto;
siembra la herida con su voz prodigio,
y arrebatadas huyen las tormentas gramáticas,
arrugadas, vencidas de su espanto
por la bendita luz de la metáfora.
Ella explora el camino de sus pasos,
no la aturde el clamor de los silencios
y desarma la sombra con su estilete -rayo
de palabras-.
Sus ojos son verdades
que desmienten a todos los fantasmas.
Ella sabe mirar y ser mirada.